miércoles, 6 de noviembre de 2013

Buenas Prácticas 2.0

El Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), perteneciente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de la publicación de un artículo que narra nuestra experiencia con las TIC, considera nuestra labor digna de su espacio educ@contic, en el que actualmente se recogen las experiencias educativas que antes eran reconocidas en la Red de Buenas Prácticas. Una noticia excelente que anima a seguir el camino iniciado hace casi dos años. 

Pincha sobre la imagen para leer el artículo
Y más aún si a eso le añadimos oportunidades como la que el mes pasado me brindó Mercedes Ruiz de compartir en SIMO Educación 2013 mi experiencia educativa en literatura y emociones.

lunes, 28 de octubre de 2013

Dignidad

Se podría pensar que en un blog de carácter educativo como este no tiene mucho sentido dedicar un post a lo ocurrido en el pozo Emilio del Valle. Sin embargo, amén de los sentimientos que me mueven a escribir hoy a causa de mis raíces, considero que son muchas las lecturas que podríamos realizar de lo sucedido en León para trasladarlas al aula. Podríamos hablarles a nuestros chicos y chicas de que aún existen trabajos en los que por encima de la competitividad prevalece la solidaridad. Podríamos decirles que todavía existen seres humanos capaces de morir por quienes tienen al lado, trabajadores capaces de jugarse la vida y perderla por salvar a sus compañeros (la minería nunca ha dejado de darnos lecciones en este sentido, bien lo sabemos quienes tenemos nuestro origen en tierras mineras). Podríamos reflexionar sobre las condiciones de trabajo y la seguridad laboral en nuestros días. O incluso podríamos plantearles que el lenguaje a veces se emplea perversamente y que no deberían ser necesarias tragedias como esta para tomar conciencia de que no podemos consentir que nadie llame privilegios a los derechos laborales (hablemos de la profesión de la que hablemos, dejemos de exigir peores condiciones laborales para los de abajo). Podríamos hablarles, en resumidas cuentas, de la dignidad. Dignidad que ejemplifican los mineros que hoy han perdido la vida y sus compañeros que han decidido parar en todo el Estado. 

Como comentaba en otro medio, es muy doloroso que el himno minero siga contando la historia de coetáneos nuestros. Hoy el pozo María Luisa es el antiguo pozo Tabliza y los mineros son seis en lugar de cuatro. En su memoria y la de tantos mineros que se han dejado la vida trabajando, la que es, bajo mi punto de vista, la versión más hermosa de Santa Bárbara, la del grupo leonés La Braña (por supuesto, no deja de ser una opinión condicionada por lazos familiares).   

martes, 14 de mayo de 2013

Entrena como ellos si vives como ellos

Como cada mañana, salgo de la boca del metro y acometo el tramo final de mi trayecto desde mi casa a mi lugar de trabajo (una calle y media aproximadamente). En ese paseo adelanto o me adelantan algunas caras conocidas que se dirigen al mismo lugar que yo. Voy pisando los talones de una de ellas y me fijo en que va caminando despacio porque está absorta en un volante publicitario. Reconozco en él el escudo del Real Madrid. El rostro del chaval que lo lee detenidamente denota un interés que resultaría impropio en cualquier lectura que vaya a realizar en las horas siguientes en el aula y proyecta una ilusión que hace intuir una mente en pleno proceso de ensoñación. Pienso que la escena podría recogerse en una fotografía bastante interesante en estos tiempos, con el pie de foto "Era un niño que soñaba" y muchas posibles interpretaciones.


En pocos segundos, adelanto al chaval, olvido el pensamiento y continúo dirigiéndome a mi centro de trabajo. Al llegar, en la puerta veo a un joven repartiendo octavillas. Me suele molestar bastante el reparto de publicidad a la entrada de lugares de trabajo como el mío, pero cuando transito por delante, el joven me corta el paso con el papel y opto por cogerlo. Me fijo en que antes ha hecho lo mismo un grupo de alumnos con los que tengo clase a primera hora. Al franquear la segunda puerta del centro, uno de ellos me ve y me dice: "Javier, deberíamos trabajar más con noticias como esta que nos acaban de dar, que son las que de verdad nos interesan". Le aclaro que no se trata de una noticia, sino de publicidad y le doy en parte la razón, lo cual me lleva a planificar rápidamente una improvisación (valga el oxímoron). Aunque cuando toque el timbre vamos a empezar a trabajar las variedades del español, decido dedicar los primeros minutos de clase a esa "golosina" que nos han entregado en la puerta.

Comienzo la clase mostrando la hojita publicitaria. Pregunto qué es, quién es el emisor y a quién va dirigido: "a nosotros (chicos y chicas)", contestan unos cuantos. Les pido que identifiquen el eslogan: ¡Entrena como ellos y vive la experiencia Campusvirtual! (debajo fotos de Ronaldo, Casillas, Verdasco...). Les gustaría vivirla, en general, aunque algunos dicen, medio en broma, que "no porque es del Real Madrid" (que no es su equipo); otros replican que tampoco es el suyo pero sí les gustaría. Les planteo que esa publicidad ya ha conseguido, con ellos, algunos de sus objetivos y leo un poco más: el texto en el que se explican los valores que trata de transmitir el Real Madrid a través de esa experiencia y el resto del contenido de la octavilla. Voy a repetir una pregunta ("¿a quién va dirigido?"), pero un alumno muy avispado comenta: "lo que no dice es el precio". "¡Ah! Pero... ¿no es gratis?", pregunta inocentemente otro. Sonrío. Les hablo de un elemento fundamental en toda publicidad: lo que no se dice (más tarde algunos se quejarán de que querían timarlos pero otro corregirá argumentando que la publicidad no estaba mintiendo, solo ocultando). En la parte de detrás de la octavilla habla de tarifas pero sin  indicar precios. Se informa de que hay una tarifa preferente para quienes tienen algún tipo de vinculación con el Real Madrid y una tarifa general para el resto. Ahora sí, les vuelvo a preguntar: "¿a quién creéis que va dirigida realmente esta publicidad?" Ya hay más dudas. Saben que dependerá del precio. Alguno se atreve a aventurar, no sin ingenuidad, cuál será la cifra de la tarifa, "por lo menos 30 euros", y al pronunciar esas palabras está dando por hecho que esa cantidad ya no van a poder pagarla él ni otros compañeros y es que muchos no pueden permitirse siquiera costear los gastos de una actividad en horario escolar que supone la cuarta parte de esos 30 euros (huelga decir que ese gasto corre a cargo del centro). Les digo que vamos a entrar en la web para consultar las tarifas y proyectamos esto: TARIFAS. Caras de sorpresa. Comentarios: "eso aquí no lo puede pagar nadie". Tripito la pregunta: "¿a quién va dirigida realmente esta publicidad?" 

A continuación, hago una reflexión sobre los valores que trataba de vendernos la publicidad asociados al club de fútbol y les advierto de que no deberían extrañarse si en algún momento se topasen con una noticia del tipo: El Real Madrid muestra su cara más solidaria pagando el campus de verano a un niño que no podía permitírselo por la crisis (no pretendo con esto negar todo valor a los gestos solidarios de las élites). Después, les vuelvo a plantear si el club ha pensado en familias como las suyas. Alguno dice que no entiende cómo en un colegio como el nuestro alguien se ha puesto en la puerta para dar esa publicidad si prácticamente ninguno de los alumnos puede permitírselo. Le respondo que muy probablemente se debe a la zona en la que se encuentra nuestro centro, que puede hacer pensar en colegios que seleccionan al alumnado por lo abultada que está la cartera de sus padres. Les comento que seguramente no hayan ido a repartir esa publicidad en centros que se sitúen en barrios con otras características. Zanjamos el tema y pasamos a hablar de las variedades de la lengua.

Al volver, después, caminando por el mismo trayecto del principio, me acuerdo del chaval y su ilusión. Un chaval que no es una excepción en nuestro centro. Uno de los que no se pueden permitir el campamento de verano de uno de los clubes de fútbol más importantes del mundo. Pero le pusieron el caramelo delante de los ojos con la crueldad de quien sabe que el otro no lo podrá probar.

Esta es la sociedad en la que vivimos, no hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta del profundo significado de estas escenas cotidianas. Los mismos que ejercen su "derecho al veto" reciben a diario las alabanzas de los que son "vetados". Padecemos una profunda crisis que no se inició en 2008, sino mucho antes. Una crisis sistémica de origen remoto pero en auge en la actualidad. Por ello, es necesario promover una conciencia crítica en los ciudadanos del mañana (ya del hoy, en realidad). Es necesario tratar la realidad en clase, por mucho que nos asfixie el currículo. Tenía razón mi alumno en que había que hablar de esa "noticia".

Por cierto, se me olvidaba decir que mis alumnos convinieron conmigo en que el verdadero eslogan de ese "panfleto" (que seguramente será un término más apropiado para la hojita dichosa), por si en el grandioso club de fútbol están a tiempo de rectificarlo, debería ser: Entrena como ellos si vives como ellos.


PS: Hago constar, para que nadie interprete que intento sentar cátedra, que el texto no está exento de un punto de hipocresía, pues soy futbolero y seguidor del equipo mencionado arriba (aunque he de confesar que cada vez menos). Actualización 18/05/2013: Sin embargo, ayer se me quitaron las ganas de "finalísima" gracias al notición del día, que, a pesar de ser de una importancia vital para el devenir de nuestro país, quedaría relegado a un segundo plano informativo por mor del esférico que nubla las conciencias. Una estrategia muy inteligente la del ministro retrasar la aprobación en Consejo de Ministros de un bodrio educativo del tamaño de la LOMCE al día en que se celebraba la final de Copa. Una ley educativa que, más allá de cuestiones superficiales para alimentar el enfrentamiento de siempre entre los de abajo que piensan de una forma y los de abajo que piensan de otra, potenciará, precisamente, la distancia (en dinero, derechos y oportunidades) entre "los que vetan" y "los que son vetados" y, al mismo tiempo, normalizará más si cabe la docilidad, el servicio y los halagos de los segundos hacia los primeros (el clásico panem et circenses). En definitiva, la "consensuadísima" ley está ideada para que en días como el de ayer siga teniendo más relevancia a nivel social el enfrentamiento lúdico de unos cuantos millonarios sobre un césped que el futuro de algunas generaciones de todo un país (digo "algunas" porque confío en que permanezca poco tiempo en vigor la ley que comienza rezando que "la educación es el motor que promueve la competitividad en la economía..."), está ideada para que el desarrollo de la conciencia crítica de la que hablaba más arriba en este post no tenga cabida en las aulas y, en consecuencia, está ideada para que nadie diga "esta boca es mía"...

martes, 26 de marzo de 2013

El medallón recuperado

Mi última incursión en este blog que nació con vocación de altavoz (o portavoz) de mis prácticas educativas data de diciembre, cuando felicité las fiestas navideñas a mis no muy numerosos pero sí muy valiosos lectores. Ya aquella entrada rompía una monotonía silenciosa que llevaba semanas instalada en mi espacio. Desde entonces la ley de silencio estaba de regreso en mi blog. 

Es cierto que mi intención era abolirla esta Semana Santa, pero no menos cierto es que no era hoy el día pensado. Sin embargo, hace unas horas ha sucedido algo que ha convertido mis ganas de volver a insuflar un poco de vida a estas páginas en una imperiosa necesidad de escribir, de contar. No podían venir más al caso estas palabras de Galeano en uno de los relatos de El libro de los abrazos ("Celebración de la voz humana /2") que tanto estoy disfrutando: 

"Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada." 

Hoy no hay quien pare mi voz, hoy necesito deciros a los demás esta cosa que merece ser celebrada y, por qué no, perdonada.


Intrahistoria de una actividad con alma de proyecto o versión alternativa de El medallón perdido

I

Lo que bien empieza...

Este año en el Departamento de Lengua de mi centro consideramos que era necesario revisar las lecturas trimestrales que realizamos con nuestro alumnado. Yo, en verano, con el objetivo de encontrar obras que  pudiesen atrapar a mis presentes y futuros alumnos, leí bastantes libros recomendados por otros profes de cuyo criterio me fiaba mucho (ya he mencionado a la mayoría muchas veces en este blog). Gracias a ellos descubrí dos obras de Ana Alcolea, El medallón perdido y El retrato de Carlota, que se acabarían convirtiendo en las lecturas seleccionadas en mi cole para la 1ª evaluación en 1º y 2º de ESO respectivamente. Y qué gran acierto. 

Para trabajar estas lecturas, preparé un par de guías para el departamento, basadas, por no decir copiadas casi en su totalidad, de otras propuestas encontradas en la red (I, II, III y IV). En el caso de El medallón perdido, la principal fuente de inspiración fue la completísima propuesta de Lourdes Domenech, que había llevado a cabo con sus alumnos un trabajo extraordinario sobre la obra. De hecho, el 90% de nuestra propuesta se basó en sus materiales. No obstante, como proyecto final de evaluación, se me ocurrió aportar mi granito de arena: realizar un programa de radio que incluyese una entrevista-ficción a los protagonistas de la obra y alguna otra sección centrada en el libro leído. 

Desde principios de curso tenía pensado realizar un proyecto anual con mis alumnos de 1º consistente en la creación de nuestra propia radio "casera" (simple grabación de varios programas en podcast). Aunque espero que al final consigamos terminar el programa que tenemos empezado, el proyecto no ha podido avanzar mucho, en parte por mi mala organización y en parte porque se trata de un grupo en el que, salvo contadas excepciones y a pesar de ser poco numeroso, me cuesta horrores conseguir motivación y, sobre todo, trabajo e implicación (varios proyectos se han quedado en el camino este curso). A pesar de todo ello, sí conseguimos sacar adelante esa actividad final propuesta como colofón a la lectura del libro de Ana Alcolea. Si bien, en honor a la verdad, es preciso señalar que la propuesta no se ceñía exclusivamente a la entrevista, sino que pretendía completarse con un espacio de opiniones de los lectores, pero he de reconocer que me siento más que satisfecho con lo alcanzado.

La planificación del trabajo fue muy sencilla:
  1. Expliqué la actividad a los alumnos. 
  2. Ellos eligieron los personajes que debían aparecer en la entrevista (al principio querían que se entrevistase a casi todos, pero finalmente acordamos limitar el número para que el proyecto saliese adelante). Después pedí voluntarios para interpretar a los personajes y no hubo grandes problemas para elegir, pues solo levantaron la mano una chica y tres chicos (uno de esos chicos no se preparó su papel y acabó siendo sustituido por otro, que a pesar de la reticencia inicial, bordó el papel de Henri). 
  3. Entonces organizamos grupos de trabajo en torno a cada personaje: la persona que lo iba a interpretar y otros tres o cuatro compañeros debían preparar las preguntas de ese personaje. Antes de ponerse manos a la obra, realizamos en común una lista de temas sobre los que debían versar las preguntas, organizados a su vez en tres grandes grupos: preguntas sobre la historia contada en el libro, preguntas sobre la vida actual y planes de futuro de los protagonistas y preguntas sobre las opiniones de los personajes sobre temas de actualidad.
  4. Los grupos prepararon algunas de las preguntas durante una sesión de clase aproximadamente. Sin embargo, el momento más fructífero fue la puesta en común. Entonces, aparte de las ideas anotadas previamente, surgieron otras muchas, que yo iba apuntando en mi ordenador y ayudando a reformular para crear el guion de la entrevista
  5. Ya solo quedaba compartir el guion en el blog y que los alumnos se preparasen su papel. Así, fijamos una fecha para grabar la entrevista. Para esa entrevista les pedí que intentasen traer algo de música africana que buscasen en Jamendo. Como de costumbre, ninguno se acordó.
  6. La grabación de la entrevista nos llevó aproximadamente dos sesiones que disfrutamos muchísimo, a pesar del cabreo inicial del profesor, ya que los alumnos entrevistadores no se habían preparado las preguntas en la mayoría de los casos y tuvieron que ir leyéndolas en el guion proyectado en una pantalla. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula con los alumnos que debían interpretar a los personajes. Me asustaron al principio, pues cuando les pregunté donde tenían los guiones de sus respuestas ninguno había traído nada apuntado, pero me aseguraron que se lo habían preparado. Les di un voto de confianza y, efectivamente, empezamos la entrevista y si algo resulto fluido fue la mayor parte de las respuestas de los protagonistas, que se habían mimetizado por completo con los personajes. 
  7. Ya solo quedaba dar forma a la entrevista añadiendo un poco de música y reubicando las preguntas a Henri que tuvimos que realizar aparte por el problema antes mencionado.
Hasta aquí lo que podría haber sido la evolución normal de la actividad, ya casi convertida en proyecto. Desafortunadamente, a veces las cosas se quieren torcer y entonces poco puede uno hacer...


II

Las cosas se complican

Soy una persona que acostumbra a convertir en miles de pedacitos cualquier anodino papel que llega a mis manos (envoltorios, servilletas, billetes de tren, de metro...). Cualquiera que haya tomado algo conmigo en un bar y sea un poco observador lo sabrá. Una vez incluso me regalaron por mi cumpleaños un taco de billetes de metro para deshacer con mis manos en honor a esa manía. 

Bien, pues el destino a veces es cruel y quiso hacer literatura de un hecho cotidiano y devolverme esos miles de pedazos de papel o materiales similares fabricados a lo largo de mi vida en forma de miles de pedazos de archivos de audio: los de la entrevista que habíamos grabado (hecha trizas). Quiso hacer el destino literatura más allá de mi propia vida, la quiso hacer con la mismísima obra que habíamos leído y me proporcionó mi propio "medallón perdido".

Habíamos grabamos la entrevista en Audacity y yo la había guardado como proyecto en mi ordenador. Lo que no sabía es que si tienes un proyecto guardado con este programa y lo cambias de ubicación (pasándolo de una carpeta a otra, por ejemplo) se te hace mil pedazos, literalmente, y para recuperar el archivo original tienes que ponerte a reconstruirlo como un puzle (este es el momento en el que mi dignidad ruega que si alguien conoce otro tipo de solución que permita recuperar íntegro un archivo de Audacity de una forma mucho más sencilla se abstenga de abrir el pico). Un puzle que, para colmo, tiene cada pieza repetida dos veces, en el que el nombre de cada una de esas piezas no tiene una correlación lógica con el resto y en el que no todas las piezas están correctamente ordenadas por fecha de creación. 

Imágenes integradas 1

Huelga repetir que el grupo de 1º que había realizado la entrevista es un grupo complicado. No tenía sentido pedirles repetir la entrevista, menos aún habiendo pasado varias semanas de por medio y quedando ya muy atrás la lectura del libro. Huelga repetir por segunda vez que el grupo de 1º que había realizado la entrevista es un grupo complicado. Conseguir que concluyan una actividad, que la hagan motivados, que tengan ganas de disfrutar del producto final creado es tarea realmente ardua. Por eso, tenía que recuperar aquel esfuerzo compartido, no podía dejarlo morir en esos mil pedazos tan sonoros, que de otro modo iban a estar aturdiendo mis oídos docentes todo el curso. Así, durante el pasado trimestre, cuando encontraba algún hueco libre entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso, iba reconstruyendo la grabación maldita (también llamada en mi cabeza "¡maldita grabación!"), hasta que esta Semana Santa (también llamada en mi cabeza "¡santa semana!"), por fin la he podido recuperar por completo.

Creo que también me motivó a este proceso de reconstrucción la propia obra de Ana Alcolea que habíamos leído y que habíamos comprendido mejor en clase gracias a aquella entrevista. Se trataba en el fondo, como ya indiqué más arriba, de "mi medallón perdido", de la memoria compartida de un grupo con el que pasaré algún tiempo más, no demasiado, pero un tiempo único. No podía dejar que se perdiese. No podía dejar escapar lo que para mí es una pequeña joya por las circunstancias en que se gestó.



III

...bien acaba

Quizá cuando escuchéis el resultado penséis que no valía la pena tan minuciosa labor, tanta dedicación. Han bastado unas pocas horas tras su publicación en el blog de clase y su difusión a través de nuestra cuenta en Twitter para darme cuenta de que, más allá de la mayor o menor calidad del producto, todo el proceso ha valido la pena. Al final, como le sucede al protagonista en la obra de Ana Alcolea, lo que he encontrado y descubierto en este camino vale mucho más que el "medallón perdido". 

No hay nada más hermoso en el mundo de la literatura que poder establecer algún tipo de vínculo con la persona que escribió el libro que has leído. Mis alumnos y yo queríamos regalarle esa entrevista a Ana Alcolea. Ellos no conocen toda esta intrahistoria, pero aún me recordaban antes de irnos de vacaciones que le tenía que enviar a Ana su trabajo y que ya tenían ganas de escucharlo ellos también. Hoy ha visto la luz y gracias al poder de las redes sociales se lo hecho llegar a la autora. Su reacción ha sido el mejor de los premios a todo este proceso.

Cuando escribo esto, lo hago con la emoción de todo lo que ha ocurrido, con las ansiosas ganas de contárselo a mis alumnos el próximo martes cuando volvamos a la rutina escolar (ya se lo he adelantado a través del blog de clase, por si alguno se pasea por él estas vacaciones). Una rutina que huye de la monotonía gracias, entre otras muchas cosas, a la magia de las redes sociales y su poder de compartir. Dice Ana en su blog que hoy empezaba un día gris para ella y que otros hemos conseguido cambiar el color. Gracias a ella hoy hay de nuevo color en este blog tan grisáceo desde hace meses y en este profesor que tampoco ha vivido su etapa más colorida.


Gracias Ana Alcolea por tus tweets, por dedicarnos palabras tan bellas en tu blog personal ("He recibido vía tweeter, esta entrevista maravillosa (la dejo en el enlace de abajo) a través de ENPIEDELENGUA2.BLOGSPOT.COM: los alumnos de 1º de ESO han entrevistado a los personajes de EL MEDALLÓN PERDIDO. ¡¡¡ME ENCANTA!!! ¡¡¡ME ENCANTA!!! ¡¡¡ME ENCANTA!!! Es una pasada. Ahí podréis escuchar una continuación de la novela, los pensamientos más profundos de los personajes, los que la autora desconocía, y que ahora se nos revelan desde dentro. Las confesiones más íntimas de Sandrine, de Benjamín, de Sebastián..."), por El medallón perdido (con el que tanto hemos aprendido) y por tantas otras obras  tuyas que ya hemos descubierto o vamos a descubrir. Gracias por poner color al trabajo de mis alumnos y al mío propio.


PS: Sé que son 23 minutos, que si eres profesor y no son tus alumnos te puede dar pereza escucharlo, que si ni siquiera eres profesor (y más aún si entiendes la enseñanza como algo lejano) te pueda dar aún más pereza, pero, aun así, te animo a que saques ese pequeño hueco de tu tiempo personal y te animes a escucharlo. Eso sí, no lo hagas sin antes haber leído El medallón perdido.

ACTUALIZACIÓN: descubro con emoción que Ana Alcolea ha dedicado una nueva entrada en su blog a este post: Mis queridos desconocidos II. Mi gratitud es aún mayor si cabe. Es increíble el hermoso poder de la palabra.